Qué ver en Amman, la más cálida bienvenida a Jordania

Ammán no sólo es la capital de Jordania, sino la mejor acogida que uno puede tener al llegar a un país, con su amable gente, animadas calles, y su relativa tranquilidad a pesar de vivir en ella más de la mitad de la población total del país.

Centro de Ammán en Jordania

La verdad, es que hay tantos lugares impresionantes que ver en este país, que esta ciudad no estaba en nuestros planes, excepto por el traslado del aeropuerto al hotel y viceversa, para coger energías antes de seguir con el viaje hasta Petra, pero como no me gusta pasar por los sitios de puntillas, al final conseguimos tiempo para poder visitar algunos de sus rincones más acogedores.

Sin duda Amán es una ciudad divertida, limpia y elegante, con una gastronomía espectacular y que recomiendo descubrir, si es que ya habéis llegado hasta allí. Cada sitio es único, con un carácter diferente y un encanto especial, que merece la pena disfrutar, y sacar un rato para ver la capital del país no os decepcionará.

Vistas de la ciudad de Ammán en Jordania

Cómo ir del aeropuerto al centro de Ammán

Hay un par de opciones para ir desde el aeropuerto internacional de Ammán Queen Alia, hasta el centro, situado a una distancia de 35 km. aproximadamente.

La opción más cómoda, como no, es coger un taxi directamente en el aeropuerto. En este caso el trayecto tiene una duración de 45 minutos, y el precio es de 15 JOD, lo que corresponde a unos 17 €. La elección más económica, son los autobuses, que por tan sólo 1,5 JOD nos llevan hasta diferentes puntos del centro de la ciudad, y salen cada media hora durante el día, y cada hora por la noche desde las 23 h.

Qué ver en Amán

Ciudadela de Amán

Nuestra visita a la ciudadela fue de lo más romántico. Grandes vistas panorámicas de la ciudad, restos arqueológicos y un impresionante atardecer que nos regaló un relajante y emotivo momento, prácticamente para despedirnos de este increíble país.

Ruinas de la Ciudadela de Ammán

Situada en un lugar privilegiado, en lo alto de una de las siete colinas en las que se asienta la ciudad, al igual que Roma o Lisboa, es una visita de lo más interesante para aprender un poco sobre la historia de Ammán. Desde la entrada, un gran cartel de piedra, nos enseña que la ciudad ha estado habitada desde el Neolitico, y los diferentes nombres que ha tenido, según la civilización que la conquistaba, en la Edad de Hierro era conocida como Rabbath-Ammon, hasta la llegada de los nabateos en el año 312 a.C., cuando cambió su nombre curiosamente por Filadelfia, y así hasta que adquiere el nombre de Ammán en el 635 d.C. con la llegada de los Omeya, tras la que se sucedieron multitud de civilizaciones hasta la conquista de los Otomanos en 1.917.

Ciudadela de Ammán en Jordania

Los restos más importantes que se pueden ver aquí, son la primera muralla que se construyó para defender la ciudad en la Edad de Hierro, el Templo de Hércules que data del 161 d.C. fruto de la conquista de los romanos, el Palacio de los Omeya que conserva una fascinante cúpula de bronce del año 730 d.C., una iglesia bizantina del siglo V de la que destacan sus columnas corintias, y el interesante Museo Arqueológico de Jordania.

Restos omeyas en Ammán, Jordania

Mezquita del Rey Abdulah I

La también conocida como la Mezquita Azul de Jordania, por su cúpula repleta de mosaicos de este color, inspirándose en el verso del Corán que reza “Alá es la luz del cielo y de la tierra”. Se edificó en honor al rey Abdulah entre 1.982 y 1.989 y ostentaba el título de “Mezquita Nacional de Jordania”, hasta que se le retiró en 2.006 en favor de la Mezquita del Rey Hussein.

Mezquita Azul de Jordania

Es la única mezquita de la ciudad abierta al visitante, pero debéis entrar antes de las 11 h. que comienza el culto. Recordad que hay cumplir unas normas básicas, como cubrirse el pelo, no llevar los hombros descubiertos y descalzarse para poder quedarse boquiabierto con el interior que tiene capacidad para 6.000 personas.

Teatro Romano

Otro de los tesoros de la ciudad es el teatro romano construido en el siglo II d.C. con la calidad que acostumbraba esta civilización, ya que su orientación permitía que los 6.000 espectadores para los que tenía capacidad disfrutaran de sombra, sus gradas excavadas en la ladera de la colina ofrecían perfectas líneas de visión del escenario y la sorprendente acústica del lugar hacía llegar el sonido a cada rincón del mismo.

Teatro y odeón romanos en Jordania

Cerca del teatro también hay un odeón preparado para 500 espectadores, pero que estaba destinado exclusivamente para conciertos musicales. En el espacio que se queda entre el odeón y el teatro, vemos una impresionante columnata que se conserva del foro. Justo detrás, podréis visitar el Museo Tradicional de Jordania, donde llaman la atención los mosaicos bizantinos de las iglesias de Jerash y Madaba.

Ahl Al Kahf o Cueva de los Siete Durmientes

Para aquellos que no conozcan la historia de los siete durmientes, mencionada en la Biblia y en el Corán, fueron los 7 primeros cristianos que existieron, que para huir de la ejecución del Imperio Romano, corrieron hasta que encontraron una cueva, la cerraron y durmieron durante 200 años. Para su asombro, al despertar, los romanos habían adoptado el cristianismo como religión.

Y a tan sólo 7 km. al este de Ammán se puede visitar esta cueva, muy bien conservada y no demasiado turística, con los sarcófagos con decoración bizantina donde descansan los restos de los siete durmientes, ya hechos mártires, y dos mezquitas.

Mezquita junto a la cueva de los siete durmientes

Mezquita Abu Darwish

En principio, debemos decir que el acceso no está permitido a los no musulmanes, por lo que aunque posiblemente podáis entrar sin problemas, siempre que lo hagáis con respeto, y ver la fuente de abluciones de formas geométricas, y los lugares de rezo destinados a hombres y mujeres por separado, no se puede ir con la idea de ver en el interior de la misma con total seguridad.

Mezquita geométrica en Jordania

Lo que seguro os sorprenderá es el exterior de la mezquita construida en 1.961, con piedra negra y blanca que se transportó desde Siria, y al estar situada en otra de las siete colinas en las que se asentaba la ciudad originalmente, podremos disfrutar de las preciosas vistas del mirador que hay justo a la izquierda de la misma.

Además, os recomiendo un paseo por el por el laberíntico barrio de Jebel al-Ashrafiyed, un típico barrio de Ammán con gente muy hospitalaria y de grandes sonrisas.

Dulces Habibah

Para los más golosos como yo, os dejo un consejo que no debéis pasar por alto… ¡Los dulces de Habibah! Todos los dulces que probé me encantaron, pero la especialidad es el dulce caliente llamado Knafeh, un pastel relleno de queso y pistacho, que causa una sorprendente explosión de sabores en tu paladar.

Recomendación dulces en Jordania

Aunque haya bastante gente no os asustéis, es sólo una prueba de lo buenos que están y el éxito que tienen, pero os atenderán rápido ya que cuentan con mucho personal, y lo preparan genial en cajas metálicas, para llevar y regalar.

Rainbow Street

Por la noche acabamos paseando por la calle Rainbow, donde se concentra la vida nocturna de la ciudad, y donde hay multitud de tiendas de recuerdos,restaurantes, pubs donde relajarse fumando shisha, locales con música en directo, etc. ¡Muy recomendable!

Sobre el autor

Cristina
Viajera de vocación y profesión, con estudios en la Diplomatura de Turismo, especializada en el asesoramiento y venta de viajes en agencias de viajes off-line y on-line, organizadora de las Tertulias Viajeras y sobre todo bloguera en Está en tu Mundo.

2 comentarios en "Qué ver en Amman, la más cálida bienvenida a Jordania"

  1. Jaber almasri | 29 junio, 2015 a 0:45 | Responder

    Buen artículo , la verdad que tiene cosas bravas, buen trabajo

    • ¡Muchas gracias Jaber! Me alegro que te haya gustado. Cuando un lugar te entusiasma es fácil transmitirlo. Nos sentimos muy agusto en Ammán.

Responder a Cristina Cancelar la respuesta

Tu email no se publicará


*