Alexander von Humboldt el viajero que dibujó el mundo

Hoy en el blog, hablamos de Alexander von Humboldt, uno de los grandes viajeros de la historia, además de geográfo, humanista, astrónomo, naturalista y reconocido como uno de los científicos más importantes de su época, el padre de la geografía universal y el primero en considerar la naturaleza en su conjunto.

Retrato del padre de la geografía universal

Este apuesto alemán, nació en Berlín el 14 de Septiembre de 1.769, en el seno de una familia de la nobleza, y aunque de pequeño no fue buen estudiante, más tarde realizó un curso donde se enamoró de la botánica y el resto de la ciencia, instruido por los científicos más destacados de ese tiempo, hasta llegar a convertirse en un libre pensador que inspiró a grandes personalidades como Darwin o Goethe.

Su espíritu aventurero y su convencimiento de que no puede haber conocimiento científico sin experimentación verificable, le llevo a viajar por todo el mundo recogiendo datos para posteriormente analizarlos y realizar sus tesis, aportando  conceptos tan importantes como las isobaras, isotermas, el ecuador magnético, e incluso impuso las bases de la geofísica y la sismología actual, entre otros muchos descubrimientos.

Los viajes de Alexander Humboldt

El primer viaje que llevo a cabo fue a los 21 años como formación, después de que su familia le quitara de la cabeza iniciar la carrera militar, recorriendo el Rin hasta Holanda, y de allí a Inglaterra, dónde comenzó a soñar con conocer otros continentes.

Después, viajó a París para planear su incursión en el continente africano, la cual finalmente no pudo realizarse, pero en cambio consiguió un salvoconducto para viajar desde España a sus colonias americanas, algo hasta entonces exclusivo de los militares españoles y las misiones católicas.

El viaje a tierras americanas comenzó en La Coruña, haciendo escala en Tenerife, una isla de gran diversidad, para subir hasta el cráter del Teide, el primero de los muchos volcanes que estudiará más tarde. Desde allí, continuaron hasta el oriente de Venezuela, donde se vieron obligados a parar por una epidemia de fiebres tifoideas que sufría la tripulación.

Expedición al continente americano de Humoldt

Una vez desembarcaron, no perdió tiempo para descubrir el país al completo, y estudiar todos sus recursos naturales, sus ríos como el impresionante Orinoco, o su afluente el Casiquiare que le conecta con el Amazonas entre otros, su fauna, flora, minerales y otros fenómenos, hasta entonces desconocidos por la ciencia occidental.

Luego viajan a Cuba, pasando por La Habana y sus rincones más encantadores, Batabanó y Trinidad, un lugar especial para Alexander Humboldt que lo considera  relativamente familiar en medio de lo ajeno, algo que todavía hoy sentimos los que viajamos allí, además de una frontera entre América del Norte y América del Sur, y un punto intermedio entre América y Europa, siendo una región mucho más civilizada que las que se encuentran alrededor.

En 1.801 salen de allí para acabar desembarcando en Cartagena de Indias cuando su barco se desvió por una tormenta, y que resultó ser una visita de lo más fructífera al conocer en Santa Fé de Bogotá al sacerdote José Celestino Mutis que estaba a cargo de la Real Expedición de Botánica con un equipo realmente bien organizado de herbolarios y pintores, y poder comparar sus colecciones, así como los mapas de la región norte del Amazonas.

Cruzando el altiplano llegaron a Quito en Ecuador, para explorar los Andes y sus diversos volcanes, entre otros sitios, siguiendo por Loja para cruzar a Cajamarca en Perú, Lima e instalarse finalmente en el puerto El Callao para realizar mediciones oceánicas en el Pacífico y así descubrir la corriente fría que lleva su nombre.

Después, va a Guayaquil desde donde se dirige a México, con una cultura inquietante donde pudo ascender al volcán Jorullo, visitar minas como las de Guanajuato en donde intercedió por sus trabajadores ante las calamitosas condiciones de trabajo o el alcantarillado de la ciudad de Huehuetoca, e incluso descifrar el calendario azteca.

Por último, siendo ya un científico más que reconocido, es recibido en Estados Unidos por el presidente Thomas Jefferson que le alojó en Washington DC y Filadelfia, y aprovecho para hacer copia de los mapas de su invitado. Alexander Von Humboldt fue muy crítico con el sistema de esclavitud del país, que no fue abolido hasta mucho tiempo después, antes de regresar de nuevo a Europa.

En 1.829, y por encargo de un zar, realiza una nueva expedición, en esta ocasión, a la Rusia asiática hasta la frontera con China, para luego concentrarse en escribir su obra maestra «Cosmos» una concepción global del universo.

Alexander von Humboldt en su biblioteca

Quizás lo más curioso de este insigne viajero, que nos despierta las ganas de aventura, es lo desconocido que es para el gran público, a pesar de que medio mundo lleva su nombre, como por ejemplo, la corriente Humboldt en las costas de Chile y Perú, la sierra Humboldt en México, el glaciar Humboldt en Groenlandia, las cataratas Humboldt en Nueva Zelanda, el río Humboldt en Brasil, y multitud de lugares más, así que esperamos que este nuevo artículo del blog contribuya a que este personaje os inspire tanto como a nosotros.

Cómo siempre digo, ¡el mundo a tus pies!

Sobre el autor

Cristina
Viajera de vocación y profesión, con estudios en la Diplomatura de Turismo, especializada en el asesoramiento y venta de viajes en agencias de viajes off-line y on-line, organizadora de las Tertulias Viajeras y sobre todo bloguera en Está en tu Mundo.

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