¿Estás buscando una opción de turismo rural diferente? Belmonte y su castillo te ofrecen no sólo una visita cultural, sino también ser espectador en primera fila de un auténtico Combate Medieval que no deja a nadie indiferente.
Cómo llegar a Belmonte desde Madrid
A tan sólo 1 hora y media de Madrid, encontramos la preciosa localidad de Belmonte, en Cuenca, que conserva un cautivador casco histórico. La distancia desde la capital es de 149 km., recorriendo la A-3 hasta la salida 104 par incorporarnos en la CM-310 que nos lleva hasta nuestro destino.
Desde Cuenca, una preciosa ciudad con muchas cosas que ver, hay una distancia de 97 km. hasta Belmonte, por si quieres combinar la visita o plantearte una excursión desde allí.
Qué ver en Belmonte
Belmonte es el lugar perfecto para pasar un fin de semana, como para hacer una excursión desde Madrid, y disfrutar de todos sus rincones llenos de historia y encanto.
Castillo de Belmonte
El Castillo de Belmonte es sin duda la atracción principal de nuestra visita a este rincón de la provincia de Cuenca, con el título de Bien de Interés Cultural, muy bien conservado desde su construcción en la segunda mitad del siglo XV, y ahora también musealizado para transportarnos a otra época, en la que aquí habitaban la que más tarde sería Isabel la Católica o la insigne Eugenia de Montijo.
Nada más llegar allí, ya impresiona su estratégica ubicación sobre el Cerro de San Cristóbal, desde donde se disfruta de unas preciosas vistas de todo el municipio, su doble muralla, y la imponente puerta de entrada propia de los castillos, pero su interior, al tener no sólo utilidad defensiva, sino como residencia palaciega, resulta mucho más acogedor, con maravillosos artesonados de madera, un patio que resulta un agradable lugar de descanso, e incluso algún wc de vértigo.
Combate Medieval en Belmonte
Pero tal y como os asegurábamos al comienzo, el Castillo de Belmonte ofrece mucho más que historia, arte y unas increíbles vistas, sino que acoge Torneos Mundiales e Internacionales de Combate Medieval, un deporte federado, en el que luchan como se hacía en la época, equipados con armaduras, escudos y todo tipos de armas medievales.
Al no ser una recreación, los golpes que se propinan los unos a los otros resultan increíbles, reconozco que al principio no podía salir de mi asombro y esbozaba carcajadas llenas de diversión ante lo que allí estaba viendo, pero luego pude apreciar las estrategias que utilizan ante el peso de las armaduras y la falta de agilidad, el valor de sus armas, la mayoría de ellas antiguas, y la pasión de los que practican este deporte. ¡100% recomendado!
También nos dejaron probar parte de sus armas y armaduras, y hacernos alguna foto chula, como la que nos hizo Jesús de www.zascandileando.com
De hecho, puedes comprobarlo los próximos días 25, 26, 27 y 28 de Agosto, que se celebra el Torneo Internacional de Combate Medieval HMB Open Europa Desafío Belmonte.
Muralla de Belmonte
El origen de Belmonte se remonta al siglo XII durante la época de la Reconquista, y en el siglo XV se construyeron las murallas que rodeaban la villa, de las que todavía se conservan varios tramos, algunos en perfecto estado como el que baja del Castillo hasta la puerta de la Chinchilla, al sur de la localidad.
La muralla contaba con cinco puertas de acceso a la ciudad, tres de las cuales siguen teniendo la misma función, la mencionada anteriormente, la puerta de San Juan y la Puerta del Rollo.
Colegiata de San Bartolomé
La Colegiata de San Bartolomé es otro de los lugares destacados para visitar en Belmonte, construida en estilo gótico en el siglo XV, sobre los restos de una iglesia visigótica.
En su interior guarda importantes elementos, que sin duda, merece la pena hacer una visita, como la sillería del coro, trasladada desde la Catedral de Cuenca, y que presume de ser la primera tallada con imágenes en la Península Ibérica, así como la pila bautismal donde se bautizó al insigne poeta Fray Luis de León, sus preciosos retablos y el impresionante órgano del siglo XVIII, que todavía se usa para conciertos de música sacra.
Antiguo alcázar o Palacio de D. Juan Manuel
El antiguo alcázar de Belmonte, que data del año 1.325, pero por motivos de conservación se ha cedido y abierto como un alojamiento hotelero, y todavía puede verse la Torre del Homenaje y el Claustro de un convento dominico que se edifico en el siglo XV.
Nuestro consejo si queréis ver el interior sin alojarse allí, es tomar algo en su cafetería, agradable y tranquila, resultando mucho más asequible para todos los bolsillos.
Hospital de San Andrés
El hospital de San Andrés fue construido en 1.415 para curar enfermos y atender peregrinos por el primer Marqués de Villena, y tenía una iglesia gótico, un patio central con columnas y artesanados de madera, que no se conservan en la actualidad.
Hoy en día sólo queda en pie la puerta de entrada y parte de los muros, y si realmente llamo vuestra atención sobre este monumento, es por estar incluido en el listado de Patrimonio en riesgo de desaparición, abandonado desde 1.970, y con el fin de concienciar sobre todo el patrimonio que perdemos cada día en este país.
Si todavía te quedan ganas de más, puedes visitar la localidad vecina de Villaescusa de Haro, con una magnifíca catedral.
Belmonte es la propuesta perfecta, una mezcla de turismo cultural, rural y mucha, pero que mucha acción. ¡Planifícate y a divertirte!
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