Turquía es un país realmente fascinante que tienes que visitar al menos una vez en la vida. De hecho, mi recomendación es que si quieres descubrir el país en profundidad le dediques todo el tiempo que puedas, al menos 3 semanas con garantía de que no te arrepentirás.
Por supuesto, si no tienes unas vacaciones tan largas no te preocupes, porque con una semana también te dejará con la boca abierta.Si eres de los que te gustan los viajes en carretera, con la libertad de parar cuándo y dónde te apetezca, y estás pensando en alquilar un coche, te recomendamos Discover Cars, y una hoja de ruta con la que explorar el país.
Para ello, hemos hecho un listado con los mejores lugares que ver en Turquía, para que puedas decidir tu itinerario según la duración de tu viaje, exprimiendo al máximo los encantos de este increíble país, ya se por libre o con una agencia de viajes.
1.Estambul
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Comenzamos con Estambul, esa enigmática ciudad de Asia y Europa que suele dar la bienvenida a este fantástico país. Sólo visitar Estambul ya merece la pena, una urbe vibrante, llena de vida y con multitud de lugares que visitar, que conjuga a la perfección la cultura de Oriente con la modernidad de Occidente.
Atravesada por el río Bósforo, es una de las ciudades más bonitas de Europa, que impresiona con su famosa Mezquita Azul, el Palacio de Topkapi, la increíble Santa Sofía, la imprescindible Cisterna de la Basílica o el Gran Bazar, entre otros muchos lugares. Si quieres seguir descubriendo esta magnífica ciudad, te recomiendo que leas nuestro artículo sobre qué ver en Estambul. ¡Te va a encantar!
2. Capadocia
Otro lugar mágico de Turquía es Capadocia. Allí te esperan conjuntos monásticos con iglesias y frescos del siglo X en el Museo al Aire Libre de Göreme, paisajes increíbles como el del Valle de las Palomas o las Chimeneas de las Hadas en Pasabag o formaciones rocosas utilizadas como fortaleza desde el siglo I como el Castillo de Uchisar.
Por si esto fuera poco, tus planes seguirán con románticos paseos en globo al amanecer, darte un baño en el hamman más antiguo de Capadocia en Ürgüp, visitar ciudades subterráneas del siglo IV a.C. como Derinkuyu con una infraestructura que asombra, el refrescante Valle de Ilhara o el Lago Tuz, una de las salinas más importantes del país.
Para seguir descubriendo esta sorprendente zona de Turquía, sigue leyendo nuestro artículo sobre qué ver en Capadocia, una guía completa donde encontrarás toda la información que necesitas.
3. Pamukkale
Seguimos con otro de los puntos fuertes de Turquía, Pamukkale que significa castillo de algodón. Estas piscinas naturales de agua termal que moldeó la piedra caliza y el travertino a lo largo de una colina de 160 m. de altura, no son sólo muy fotogénicas sino un lugar Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Pero esto no acaba aquí, porque la montaña mágica de Pamukkale se encuentra en la ciudad sagrada de origen grecorromano de Hiérapolis, Allí, podrás ver su pequeña necrópolis considerada una de las mejores conservadas en Asia Menor, la puerta de Domiciano donde comienza la Vía Columnada que atravesaba la urbe de norte a sur, el Templo de Apolo y el Teatro de Hiérapolis, muy bien conservado.
Te recomiendo que no dejes de bañarte en la famosa piscina de Cleopatra, y nadar así sobre columnas, capiteles y otros restos caídos del antiguo templo de Apolo, regalándote una experiencia única. Si te animas, a 100 km. de allí tienes otra ciudad con el título de Patrimonio de la Humanidad, Afrodisias, con el templo de Afrodita del siglo II a.C.
4. Troya
Un lugar menos turístico internacionalmente, a pesar de ser muy frecuentado por los turcos, es la ciudad de Çanakkale, y el complejo arqueológico de Troya, situado a 30 km. de la misma, a orillas del estrecho de Dardanelos que separa Asia y Europa.
Este lugar declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, necesita que le eches mucha imaginación, puesto que Troya nunca fue abandonada y podría decirse que entre el año 3.000 a.C. y el 500 d.C. se construyeron 9 ciudades una encima de la otra.
Entre todas las ruinas, destacan el Templo de Atenea, la rampa de entrada con 21 m. de longitud, la muralla, y el odeón romano atribuido al emperador Adriano (siglos I-II). Por supuesto también podrás ver una réplica del famoso caballo de Troya, y el museo que merece mucho la pena.
5. Éfeso
Cerca de la ciudad de Selçuk, a orillas del Mar Egeo, encontramos las ruinas de Éfeso, uno de los lugares más turísticos del país, también declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Este fantástico lugar ha sido habitado durante siglos por diferentes civilizaciones, llegando a convertirse en la segunda ciudad más importante del imperio romano con más de 250.000 habitantes.
Durante tu visita por esta ciudad de la antigüedad, hay construcciones que realmente te dejarán con la boca abierta, como el colosal teatro romano de Éfeso que data de entre el siglo III y II a.C., la Avenida de los Curetes, la vía principal que conserva incluso los mosaicos que adornaban el suelo, la Biblioteca de Celso, que fue una de las más grandes del mundo con capacidad para guardar más de 12.000 rollos de pergamino, y de la que podemos observar su fachada casi intacta, el precioso Templo de Adriano del año 138 o los restos del Templo de Artemisa, una de las siete maravillas del mundo antiguo.
Si quieres investigar más acerca de Éfeso, antigua ciudad que es considerada Patrimonio de la Humanidad, hay muchos datos e información interesante para descubrirla.
6. Pérgamo
Otro complejo arqueológico de Turquía que merece la pena visitar es Pérgamo, en la ciudad de Bergama, también declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, convirtiéndose en una parada imprescindible en la ruta por la costa egea.
Tu visita comenzará en el Museo Arqueológico para entender la historia de Pérgamo y ver alguno de sus tesoros, para subir hasta la Acrópolis en lo alto de la colina con residencias reales, una antigua instalación militar conocida como los Arsenales, la famosa biblioteca de Pérgamo, el templo de Atenea y el Trajaneum. No podemos olvidar el impresionante teatro romano que aprovecha la inclinación de la ladera de y a forma vertiginosa, y en cuyo extremo se encuentra el Templo de Dionisios y el Altar de Zeus.
Después, tienes que ver dos zonas más, la Ciudad Media en la que destacan el Templo de Démeter, el gimnasio helenístico más grande del mundo, y el Palacio de Átalo I.
Y por último, en la parte baja de la colina destacan la Basílica Roja y el Santuario de Asclepión, dedicado al dios de la medicina, con fuentes de aguas sagradas e incluso un hospital donde comenzó su carrera el prestigioso Galeno.
7. Esmirna
Siguiendo la costa llegarás a Izmir o Esmirna, que seguro te enamora con su Torre del Reloj, los restos arqueológicos Ágora del siglo II d.C., con un increíble pasaje subterráneo muy bien conservado o el Museo de Atatürk.
Pero esto no acaba aquí, te recomiendo que vayas al paseo marítimo para relajarte junto al mar, de compras al bazar Kemeralti, y a tomar algo al barrio de Alsancak, el más animado situado junto al puerto.
8. Bodrum
El lugar perfecto para descansar en la playa, y disfrutar de una gran vida nocturna es Bodrum.
Podrás recorrer la bahía en goleta, incluso llegar a la ciudad griega de Kos, descubrir su historia a través de las ruinas de un mausoleo del siglo IV a C., del anfiteatro griego más antiguo de Anatolia y el Castillo de Pedro de Halicarnaso que alberga el Museo de Arqueología Submarina.
Todo esto acompañado de una rica gastronomía en la que no faltan los kebabs y el pescaíto frito.
9. Antalya
Antalya es considerada por muchos una de las ciudades más bonitas de Turquía, por lo que la debes tener muy en cuenta a la hora de preparar tu itinerario.
Allí no sólo podrás conocer más sobre la civilización Licia, admirar la colosal Puerta de Adriano, pasear por la Torre del Reloj, visitar las Mezquitas de Tekeli Mehmet Pasa y Yivli Minaret o perderte por las coloridas calles de su casco antiguo, sino también disfrutar de sus magníficas playas, su buen ambiente y su sabrosa comida.
10. Bursa
Bursa fue la primera capital del Imperio Otomano antes de que Constantinopla (ahora Estambul) tomara ese título en 1.923. Debido a su importancia histórica, hay muchos lugares que merece la pena visitar, entre los que destacan la Mezquita Verde (Yeşil Camii), famosa por sus impresionantes azulejos verdes y considerada una de las más bonitas de Turquía, o la Tumba Verde (Yeşil Türbe), mausoleo del quinto sultán otomano, Mehmed I, y Muradiye Külliyesi, un complejo de edificios religiosos del año 1.424 que sin duda se alza como una muestra de la historia y arquitectura otomanas.
Tampoco debes dejar de visitar el Monte Uludağ, el más alto del noroeste de Turquía, y un destino perfecto para esquiar, aunque si vas en verano puedes subir en teleférico para disfrutar de las vistas, el barrio histórico de Hanlar que refleja a la perfección el pasado comercial de la ciudad, o los baños termales de Bursa, famosos por sus propiedades curativas y relajantes, ideales para descansar después de un día explorando.
Para seguir de compras, descubre el bazar cubierto (Kapalı Çarşı), donde puedes encontrar desde especias hasta joyas, y Koza Han, antiguamente una posada, y ahora un animado mercado de seda.
Bursa es una joya que refleja la rica historia del Imperio Otomano y vale la pena explorarla. ¡Espero que disfrutes tu visita!
11. Göbekli Tepe
Göbekli Tepe es un sitio arqueológico situado en el sureste de Turquía, cerca de la ciudad de Şanlıurfa. Datado alrededor del 9.600-7.000 a.C., se considera uno de los templos más antiguos del mundo, si no el más antiguo.
El sitio se compone de múltiples círculos de enormes pilares de piedra caliza, muchos de los cuales están tallados con relieves de animales y símbolos abstractos. Aunque su función exacta sigue siendo un misterio, se cree que Göbekli Tepe fue un lugar de culto.
Su descubrimiento ha desafiado las teorías convencionales sobre la evolución de las sociedades complejas, ya que se construyó antes de la invención de la agricultura y la vida sedentaria. El sitio es un testimonio de la capacidad organizativa y las habilidades de los cazadores-recolectores del Neolítico temprano.
12. Lago Tuz
El lago Tuz, o lago salado, es el segundo lago más grande de Turquía y está situado en la región de Anatolia Central. Es particularmente famoso por ser uno de los lagos salados más grandes del mundo y ofrece una experiencia única para los visitantes.
Durante los meses de verano, el agua del lago se evapora y deja cristales de sal brillantes y blancos. Estos forman una gruesa capa sobre la superficie, dando al lago un aspecto surrealista similar a un desierto de sal.
Aunque el lago es extremadamente salado, es hogar de una especie única de camarones de agua salada que atrae a miles de flamencos cada año, especialmente entre mayo y julio, cuando vienen a alimentarse.
El lago Tuz es una importante fuente de sal para Turquía, y se estima que proporciona el 60% de la sal del país. Los visitantes a menudo pueden ver áreas de extracción y montones de sal preparados para su transporte.
Dada su singular belleza y su paisaje de otro mundo, el lago Tuz es un lugar popular para la fotografía, especialmente durante el atardecer cuando el sol refleja sobre los cristales de sal.
Es recomendable llevar protector solar, agua potable y gafas de sol. El reflejo del sol en la sal puede ser intenso. También es aconsejable usar zapatos cómodos, ya que caminar sobre la sal puede ser un poco complicado.
13. Monte Ararat
El Monte Ararat es la montaña más alta de Turquía, alcanzando una altitud de 5.137 metros. Se encuentra en el extremo este del país, cerca de la frontera con Armenia e Irán. Es un estratovolcán, lo que significa que tiene capas alternas de lava y ceniza. Aunque no ha tenido erupciones recientes, sigue siendo potencialmente activo.
Es famoso en la tradición judeocristiana por ser, según se cree, el lugar donde se asentó el Arca de Noé después del Gran Diluvio. Por este motivo, ha sido objeto de numerosas expediciones en busca del arca a lo largo de los años. El monte es un lugar popular para el montañismo y tiene un significado especial tanto para los turcos como para el pueblo armenio.
14. Ankara
No podemos acabar este listado sin visitar Ankara, la preciosa capital de Turquía, que sin duda va a ser todo un viaje a través de la historia y cultura otomana.
Podrás ver el Mausoleo de Atatürk, el primer presidente de la República de Turquía, la imponente mezquita de Kocatepe, el elegante Castillo de Ankara, y lo que de ninguna manera debes perderte, el Museo de las Civilizaciones de Anatolia.
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Si este destino te ha fascinado, no dudes en comenzar a organizar tu itinerario por la rivera turca y descubrir lugares sorprendentes para conocer más su historia y cultura.
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